El pensamiento creativo aporta valor al proceso educativo porque da a las personas la capacidad de descubrir conocimientos e ideas nuevas. Siendo una habilidad que todo el mundo puede adquirir y que se puede desarrollar y estimular, la creatividad favorece al crecimiento personal y a la autoestima de las personas, convirtiéndose también en una vía de expresión sana y libre.
En Philarthropic creamos y desarrollamos talleres educativos de fotografía y de arte urbano para personas en riesgo de exclusión, adaptándonos a las necesidades particulares de cada caso, en donde se fomenta la participación y el intercambio creativo de sus participantes, aportándoles los conocimientos básicos para que puedan seguir explorando estas vías de comunicación de forma autónoma.